Este nuevo post lo vamos a dedicar a la conocida arquitectura negra, como ejemplo de arquitectura popular que podemos encontrar en España, y que hemos visitado en nuestro último viaje.

La encontramos principalmente en zonas en las que la pizarra es un material abundante, como la sierra de Ayllón, entre Guadalajara, Segovia y Madrid, y la sierra de Alto Rey, en Guadalajara en donde debido a los precarios medios de comunicación no se disponía de otros materiales alternativos.

Afortunadamente ayuntamientos como los de Campillo de Ranas, Majaelrayo y Valverde de los Arroyos han aprobado nuevas normas encaminadas a proteger el estilo arquitectónico propio de la arquitectura negra tales como el uso exclusivo de la pizarra negra propia de la zona, la prohibición de cables cruzando las calles, de cubiertas planas, de buardillones y de terrazas o ventanas sobre la cubierta.

Como comentamos, se trata de un tipo de arquitectura que emplea como elemento constructivo principal la pizarra, compuesto mineral de tonos grises, violetas, azulados, pardos, plateados o negruzcos, que sirve tanto para cubiertas como  para paramentos. Es aplicable a todo tipo de construcciones, tanto viviendas como cerramientos y delimitaciones agrícolas y ganaderas, tainas para el ganado, caminos, puentes, etcétera. Estos elementos junto con los edificios comunitarios constituyen todo el elenco arquitectónico. Normalmente encontramos estas construcciones asentadas en prados formando pequeños núcleos. El uso de la pizarra provoca que sus pueblos presenten un aspecto negruzco en sus vistas.

La vivienda representa el elemento constructivo más importante de la arquitectura negra. Se adaptan a las duras condiciones climáticas que tienen que soportar sus inquilinos, sobre todo, en invierno. Normalmente las viviendas presentan cubiertas a dos aguas. Bajo la cubierta, en el piso superior, se sitúa el desván que se llena de alimentos, paja, forrajes y leña en los meses más crudos del invierno. En la planta baja residen habitualmente el ganado y los moradores separados en dos estancias. Una sola puerta sirve de entrada tanto para animales domésticos como para sus dueños. La puerta se sitúa siempre en la fachada sur y se cubre por un pequeño tejado independiente o por la prolongación de la cubierta. Está hecha o bien de una sola hoja de madera labrada con hacha, o bien de hoja partida horizontalmente en dos mitades. Por ella se accede al zaguán, solado con lajas de pizarra y provisto de poyos adosados a las paredes. Desde aquí se accede, por un lado, a la cuadra, por otro, a los dormitorios, por unas escaleras se asciende al desván y como habitáculo central de la casa, la cocina, que sirve, a parte de lugar donde preparar los alimentos, como sala de estar, comedor y recibidor y, además, en ella se encuentra el horno para el pan y, con ello, la chimenea que es, también, donde cura la matanza.

Los recursos disponibles hace que su construcción se base en la pizarra, el barro y la madera, ya sea de roble, pino, chopo u olmo, según la zona en la que se encuentra la vivienda. Los volúmenes compactos de estas construcciones sólo se abren al exterior con ventanales muy pequeños en la fachada sur que responden únicamente a un mínimo de ventilación e iluminación de la estancia. El resto de las fachadas quedan ciegas por no recibir a penas luz solar durante buena parte del año. Estos ventanales y la puerta de acceso que se abren en la fachada sur se recuadran con grandes refuerzos de madera.

Los edificios dedicados a guarecer el ganado, sustento básico de sus habitantes, tienen una importancia fundamental en la arquitectura negra. Bien forman parte de las viviendas, o bien constituyen pequeños conjuntos individuales, sin mostrar, en ningún caso, formas constructivas diferenciadas, salvo en el menor tamaño, en la nave única que presenta y en la ausencia de huecos de los cobertizos para el ganado. Por tanto, la forma constructiva de estos cobertizos, principalmente tainas y majadas, tanto en cubiertas, como en muros y accesos no difieren de la forma constructiva ya descrita de las viviendas propias de la zona. Igualmente, cochiqueras y pajares muestran las mismas formas que los anteriores.

Entre los edificios comunitarios destaca la iglesia, mostrando también su singularidad dentro del estilo de la arquitectura negra. Muchos de estos edificios se encuadran arquitectónicamente dentro del románico, pese a que la mayoría de ellos se construyeron posteriormente, siguiendo trazados muy simples.

La arquitectura de la zona está destinada a poblaciones pequeñas con recursos, técnicas y necesidades bastante limitadas, por lo que en esta arquitectura, forzosamente, predomina la sencillez y la intimidad de sus usuarios. Incluso en donde los edificios que muestran mayor cultismo aparecen escenas cotidianas y referencias a la vida local. El estilo románico, por su sencillez, se populariza y pervive durante varios siglos hasta tal punto que las iglesias de la zona se construirán bajo el estilo románico hasta épocas más recientes, caracterizándose por su adecuación a las necesidades de las pequeñas comunidades y su identificación con la arquitectura popular que les rodea.

Listado de Pueblos que podéis visitar:

Guadalajara: Aldeanueva de Atienza, Almiruete, Arroyo de las Fraguas, Bocígano, Las Cabezadas, Cabida, Campillo de Ranas, Campillejo, Cantalojas, El Cardoso de la Sierra, Colmenar de la Sierra, Corralejo, El Espinar, Gascueña de Bornova, Hiendelaencina, La Huerce, Majaelrayo, Matallana, La Miñosa, Naharros, Navas de Jadraque, El Ordial, Palancares, Peñalba de la Sierra, Prádena de Atienza, Semillas, Tamajón, Retiendas, Roblelacasa, Robleluengo, Umbralejo, El Vado, Valverde de los Arroyos, Valdepinillos, La Vereda, La Vihuela, Zarzuela de Galve y Zarzuela de Jadraque.

Segovia: Becerril, Martín Muñoz de Ayllón, El Muyo, El Negredo y Serracín.

Madrid: La Hiruela, Montejo de la Sierra, Patones y Puebla de la Sierra.

Objetivos y estrategias

Después de contar en los anteriores post porqué es necesaria otro tipo de construcción y de donde viene el concepto de Arquitectura bioclimática, vamos a presentar aquí los objetivos y estrategias que utiliza este tipo de arquitectura. Los explicaremos a grandes rasgos para ir desarrollándolos en próximos post.

La arquitectura bioclimática es aquella que construye basándose en tres objetivos esenciales: integrar el edificio en su medio ambiente, proyectar diseños e instalaciones que garanticen el uso eficiente de la energía en todo el ciclo de la vida del edificio y conseguir para el usuario un estado de confort ambiental dentro de todos los espacios.

Apoyándose en estos tres objetivos a conseguir en una construcción sostenible podemos establecer una serie de principios básicos, que podríamos definir como los siguientes:

 1.       Valorar las necesidades iniciales del proyecto.

Construir un edificio o una vivienda irremediablemente implica modificar el entorno, por lo tanto es necesario estudiar exhaustivamente las funcionalidades del proyecto para no caer en el error de sobredimensionar espacios y superficies o generar zonas inservibles o mal aprovechadas. 

2.       Proyectar la obra de acuerdo con el clima local

Es necesario proyectar el edificio teniendo en cuenta el clima local, lo que llamamos construir con el clima, en este aspecto se estudiarán las técnicas de construcción y los sistemas constructivos desarrollados por la arquitectura popular de la zona, y se hará hincapié en el diseño del edificio con el fin de conseguir el máximo aprovechamiento pasivo del aporte energético del sol (para optimizar la iluminación y el aporte de calor) y una optima ventilación natural, de esta manera ahorraremos energía.

3.       Utilizar materiales obtenidos de materias primas de origen local

Se aplicaran materiales que para su transformación y tratamiento se utilice poca energía y poco agua. Y materiales de kM0, es decir, materiales obtenidos de materias primas locales, ya que debido al ahorro en el transporte (ahorro de combustible, reducción de emisiones…) se disminuye considerablemente el impacto ambiental.

4.       Utilizar materiales sostenibles, reciclables y reutilizables

La utilización de materiales reutilizables hace que se reduzca el consumo de materias primas y la cantidad de deshechos. Se utilizarán además materiales sostenibles, es decir materiales que provengan de fuentes renovables y abundantes cómo la madera, y materiales que no generan emisiones contaminantes y no produzcan un impacto negativo en el ecosistema.

5.       Optimizar el ahorro y la eficiencia energética

Conseguir los mejores resultados frente al ahorro energético, por ejemplo aislando de manera adecuada el edificio o la vivienda, hace que además conseguir un menor impacto ambiental ahorremos económicamente.

6.       Implantar sistemas de energías renovables

Si en la fase de proyecto implantamos sistemas de energías renovables como la energía solar térmica, la energía fotovoltáica, la energía eólica, la biomasa, la geotermia, etc. conseguiremos notablemente reducir el deterioro del medio ambiente.

7.       Implantar sistemas de ahorro de agua

Métodos de ahorro de agua que promuevan el consumo responsable, bien sea limitando éste mediante filtros o sistemas que reduzcan el caudal, o bien mediante sistemas que aprovechen el agua de lluvia para riego, cisternas, duchas… y las aguas residuales que mediante diferentes tratamientos se pueden usar también para estos servicios.

8.       Alcanzar un confort ambiental óptimo

Es necesario minimizar los riesgos para la salud de los usuarios a través de la salubridad de los materiales utilizados  para construcción del edificio, sobre todo los que generan fibras o polvos que no solo emiten estas sustancias durante el proceso de construcción si no durante la vida del edificio. Además hay que conseguir una correcta iluminación, un óptimo confort térmico, y una buena ventilación natural.

9.       Implantar sistemas de calidad en la construcción

Los edificios que cumplen con los objetivos de la Arquitectura Bioclimática son de mayor calidad, duran mucho mas tiempo, y además los costes por mantenimiento son menores.

10.   Gestionar ecológicamente los residuos

El sector de la construcción genera una gran cantidad de residuos a lo largo de toda la vida del edificio (construcción, reformas, demoliciones, etc), por lo que se hace imprescindible una buena gestión. Además el usuario final también necesita de la infraestructura necesaria para la gestión de sus residuos.

Fuente imágenes: http://www.economiasimple.net, http://www.masterriego.es, http://demoliciones.usabiaga.com,

 

De la revolución industrial a nuestros días

Como comentábamos en el último post la arquitectura bioclimática no es algo nuevo. La arquitectura popular de todos los países del mundo es en gran parte bioclimática. Las casas se disponían de manera coherente con las condiciones ambientales. Entonces era difícil, por no decir imposible, disponer de elementos de climatización, por lo que las casas se optimizaban para aprovechar los recursos naturales.

Posteriormente, con la revolución industrial en la segunda mitad del siglo XVII y principios del XIX, los campesinos emigraron masivamente a las ciudades en busca de trabajo en las grandes industrias, nació una nueva clase social: la clase obrera, estas personas se hacinaban alrededor de las industrias en pésimas condiciones higiénicas. El miedo a las epidemias y a las revueltas sociales (de acuerdo con las teorías de Marx y Engels) hizo que tanto los dueños de las fábricas como el propio Estado, se plantearan la situación y enfocaran las construcciones hacia edificios de nuevo tipo, empieza a surgir la sociedad del bienestar y en arquitectura el denominado Movimiento Moderno (posteriormente llamado Estilo Internacional), los edificios altos y estrechos, ubicados en espacios verdes, dejan penetrar el sol… pero no es suficiente, el hombre pensó en aquel momento, que a través de la tecnología podría liberarse de las inclemencias de la naturaleza, y con ello las ciudades empezaron a perder su equilibrio e integración con el entorno. Se empezaron a construir casas estandarizadas, fuera cual fuere el lugar, proveyéndose de todos los recursos, cuantos mas mejor, y transportando sus vertidos a zonas lejanas para que no molestaran, lo que hace que se desarrollen nuevos medios de transporte y almacenamiento de materiales y energía.

Estos edificios, eran ajenos al entorno y completamente impersonales, volúmenes rectangulares, blancos, de vidrio (por aquello de higieneización), perdieron toda inercia térmica, no era considerada, ya que empezaban a existir multitud de mecanismos industrializados, capaces de cubrir las necesidades de confort en el interior, se olvida la orientación, la ventilación natural, la vegetación, solo se crea maquinaria que va consumiendo cada vez mas y mas los recursos naturales… Y comienza nuestra sociedad de consumo, el sistema (capitalista en este caso), nos alienta a pensar que el consumismo equivale a la felicidad, cuanto mas consumimos mejor calidad de vida tendremos, usar y tirar, producir residuos… todo alejado de nuestra propia naturaleza y descuidando en cada momento el mundo que nos rodea, el mundo cómo lo conocíamos.

 Afortunadamente en la década de los 50 y 60 del siglo XX, aparecieron nuevos arquitectos con una sensibilidad especial hacía el entorno. Le Corbusier (villa Shodhan, Chandigarh), propone la terraza-jardín, donde la superficie ocupada en planta por la vivienda debía de ser devuelta a la naturaleza en forma de jardín en la cubierta del edificio, creando un espacio para el esparcimiento, que a su vez optimizaba el aislamiento térmico. Frank Lloyd Wright (Casa Jacobs), con sus conocidas frases: «La arquitectura debe pertenecer al entorno donde va a situarse y adornar el paisaje en vez de desgraciarlo» o «Los edificios modernos son máquinas de cartón, mecánicas, amaneradas, artificiales, sin alma».

Louis Kahn, construye la sede de la Asamblea Nacional de Bangladesh en Dhaka, donde utiliza técnicas indígenas y materiales locales. Alvar Aalto (Ayuntamiento de Säynätsalo, Finlandia), que preocupado por la humanización de la arquitectura criticó el Estilo Internacional en varios de sus textos. Y un largo etcétera, cuya máxima no era liberarse de la naturaleza, sino integrarse en ella.

Por otro lado diferentes organismos internacionales empiezan a plantearse dudas sobre la viabilidad del crecimiento económico a nivel mundial (Club de Roma 1971), y en este contexto aparece el término “Ecodesarrollo”. Dos años mas tarde se da la crisis del petróleo (1973), y empieza a existir cada ver mas conciencia de la dependencia que tiene el ser humano de unos recursos naturales finitos. En 1987 se conceptúa el término “desarrollo sostenible”, en el Informe Brundtand emitido por la ONU, en el que se indica textualmente que “Nuestro futuro común es satisfacer nuestras necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer las suyas”. Durante 1992 tiene lugar la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Cumbre de la Tierra, Río de Janeiro) donde se consolidan varios acuerdos que son incorporados a los tratados internacionales, el de mayor relevancia fue la Agenda 21 (aprobada hoy en día en mas de 5.000 ciudades). En 1994 se celebra la Conferencia Europea de Ciudades Sostenibles (en la ciudad de Aalborg) promovida por la Comisión Europea donde se aprueba la denominada Carta de Aalborg que tiene como objetivo adaptar la Agenda 21 a las ciudades europeas, ya que se corrobora la responsabilidad que tienen estas en fomentar un nuevo modelo de desarrollo. En 1996 tiene lugar la Cumbre de Lisboa, donde se ratifica la Agenda 21. En 1997 se lleva a cabo la firma el Protocolo de Kioto, con el objetivo de reducir las emisiones de seis gases que provocan el calentamiento global y el efecto invernadero (EEUU, mayor emisor de gases de invernadero mundial no ha ratificado aún el protocolo). Y después vendría la Cumbre de Hannover (2000) y la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible (en Johannesburgo 2002), con los mismos propósitos.

Esto demuestra que el ser humano ha tomado conciencia, aunque todavía queda mucho por hacer, y comienza a responsabilizarse de sus actuaciones, volviendo así a conceptos que siempre existieron y que se olvidaron en algún momento, por lo tanto, como en todo, la arquitectura vuelve a su ser, ha “humanizarse”, sin olvidar por supuesto la tecnología que convenientemente enfocada es de gran apoyo, desarrollando una arquitectura bioclimática que no es mas que es aquella que se diseña teniendo en cuenta las condiciones ambientales del entorno para lograr un nivel de bienestar en su interior sin apenas necesidad de recurrir a sistemas de climatización. Es aquella que aprovecha al máximo las fuentes naturales de calor, luz o frescor y minimiza sus pérdidas por medio de elementos tales como la orientación o el aislamiento de sus muros.

 “No existe un problema económico… Lo que existe es un problema moral.”  E. F. Schumacher

Fuente imágenes: http://historia4itlm.blogspot.com, http://avances-cientificos-notables.blogspot.com, http://architechnophilia.blogspot.com, http://www.arqred.mx.

ARQUITECTURA POPULAR

Es probable que el término Arquitectura bioclimática os suene a algunas/os como algo nuevo y desconocido, es por ello que vamos a dedicar unos cuantos post para poder explicaros con toda la exactitud que podamos a qué nos referimos y qué pretendemos con ellos… Dicho esto, ahí va un poquito de historia:

La Arquitectura bioclimática como disciplina, se asienta en dos precedentes: la Arquitectura popular y la arquitectura académica norteamericana de la década de los 70.

¿Qué entendemos por Arquitectura popular? Es el tipo que arquitectura que se ha realizado desde siempre, desde que el hombre dejó de ser nómada y comenzó a desarrollar sus primeros asentamientos. Cada zona climática exigía unas necesidades en la construcción de ahí que haya tanta variedad de tipologías en las viviendas. Los materiales con los que contaban eran los que tenía alrededor, ante la imposibilidad de traer materiales de lugares remotos, y además eran abundantes, con esto conseguían, si perseguirlo, que las viviendas se mimetizaran con el paisaje perfectamente.

Encontramos numerosos ejemplos de este tipo de arquitectura a lo largo y ancho del planeta, quizá alguno de los mas espectaculares sean los iglús, que construidos con bloques de nieve recubiertos con pieles pueden aumentar su temperatura interior entre 5º y 20º.  O en Túnez, donde un pequeño pueblo llamado Matmata construye sus casas creando grandes patios excavados en la  tierra de hasta 8 m de profundidad para resguardarse del calor sofocante.

Según Carlos Flores (Arquitectura popular española. Madrid, Aguilar. 5 Vol. 1973), en la arquitectura popular Española hallamos varias características comunes. Las casas construidas son la respuesta inmediata a las necesidades de los futuros habitantes, éstas, como comentábamos con anterioridad se adaptan perfectamente a las condiciones climáticas de la zona. Predomina, sobre todo, el sentido funcional de la vivienda y el aspecto económico. Los “constructores” (siempre futuros usuarios), rara vez pretenden construir algo diferente a lo que ven a su alrededor (tampoco tiene a mano materiales distintos…), no se salen de las tradiciones en los que se refiere a técnicas constructivas u organización de los espacios, y el esfuerzo personal que ejercen hacen que tengan con la vivienda y con las construcciones auxiliares (cuadras, despensas, etc) una relación afectiva, que se muestra positivamente en el resultado final.

La vivienda popular es un reflejo de la vida del hombre campesino, no se construía para especular, sino por mera necesidad, y siempre yendo mas allá de los límites estrictos de la casa, se ocupan de soportales, cobertizos, poyos, etc. Tampoco predominaba la estética para estimular el consumo, la arquitectura popular ha sido simplemente durante siglos, la oposición de lo que representa nuestra sociedad de consumo, “cada objeto no sólo es empleado al máximo de sus posibilidades sino que una vez desechado de su función primitiva, por inservible, se le encuentran otros usso adicionales que prolongan su utilización”.

Hay que resaltar además el esfuerzo de estos “constructores”, ya que en muchos casos, sin ninguna formación técnica eran capaces de dar soluciones óptimas a diferentes problemas constructivos, estas solucinoes fueron evolucionando con el tiempo y el conocimiento de nuevos materiales, y como no con la experiencia.

En resumen la arquitectura popular ha destacado por establecer siempre un equilibrio perfecto entre el clima, las necesidades humanas y la construcción sostenible.

Como ejemplos de este tipo de construcciones en España nos encontramos varias tipologías.

Vivienda humilde:

La casa rural santanderina, de trazado rectangular y formas simples desarrolladas en dos plantas, con la fachada anterior orientada al sur. La casa popular leonesa, con gruesos muros de mampostería de piedra caliza o lajas de pizarra, sentadas en seco o recibidas con barro y construidas sobre una estructura de madera. Vivienda aranesa, del Valle de Arán, con cubiertas a dos aguas debido a la abundancia de lluvias y nieve.

El entramado castellano, donde los constructores van demostrando ya una mayor especialización. La barraca valenciana, que tanto valía para huertanos como pescadores. El patio andaluz, de doble ascendencia romana y árabe, para el refresco de sus habitantes en los meses mas caluros.

Caseríos y viviendas señoriales:

El pazo gallego, que tienen carácter de fortaleza, como lo atestigua alguna torre que aún perdura. El Cortijo andaluz, que está formado por un conjunto de edificios entorno a un patio dedicados a viviendas y a la explotación agraria. El patriarcal caserío vasco, construcción muy sólida resuelta a base de piedra y madera, donde conviven varias ramas de la misma familia.

Y por último nos encotramos con construcciones auxiliares, utilizadas para conservar los alimentos y protegelos de los animales como los hórreos, en Asturias y en Galicia, o el Molino manchego, utilizado para moler trigo mediante la fuerza del viento.

Es verdaderamente una pena que muchas de estas construcciones no se hayan conservado o estén abandonadas a su suerte, pero para alegría de muchos/as exiten personas que se dedican a su conservación (muchas veces sin ningún tipo de ayuda estatal), y están recuperando estas pequeñas joyas (o grandes desde mi punto de vista) de nuestra historia, aquí os dejo un par de enlaces de pueblos abandonados y de proyectos de recuperación, por si queréis visitar o habitar…

http://www.pueblosabandonados.es/

http://cawtown.wordpress.com/2011/09/21/alter-pueblistas-i-serrania-de-guadalajara/

 

 

Fuente imágenes:

http://alegraycolor.blogspot.com, http://zonas-polares-africa-y-oceania.blogspot.com, http://www.cantabriarustica.com, http://www.bloganavazquez.com/tag/caserio, http://www.smra.eu/node/56, http://www.ciencias.ies-bezmiliana.org/blog/curiosidades-y-anecdotas/los-molinos-son-mas-sofisticados-de-lo-que-parece, http://www.photaki.es/foto-casa-en-valle-de-aran_168448.htm, http://www.turispain.com/covarrubias,-la-villa-medieval.html?doc35,http://albufera-parque.blogspot.com/2007/04/la-barraca-valenciana.html,

El deterioro del mundo en el habitamos, provocado en la mayoría de las ocasiones por la mano del hombre (sequías, fundición de los glaciales, efecto invernadero, alimentos transgénicos, monocultivos, y un gran etc) nos obliga al individuo y a la sociedad en general a replantearnos ciertas pautas de comportamiento, sobre todo  en los modelos de producción y consumo.

En este sentido el sector de la construcción (los edificios consumen entre el 20 y el 50% de los recursos físicos según su entorno: extracción y fabricación de materiales, diseño de la edificación y de sus instalaciones, gestión de la obra y de sus residuos…), es uno de los mas influyentes.

A día de hoy existen unas cuantas normas tanto nacionales como internacionales que marcan el camino hacía una construcción sostenible: Directiva Europea 2002/91/CE, que ha hecho que en España a través de la LOE (Ley de Ordenación de la Edificación) se aprueben el CTE (Código Técnica de la Edificación), el RITE (Instalaciones Térmicas en los Edificios) y el RD 47/2007 (Real Decreto de Eficiencia Energética) entres otras son unos ejemplos de ello. Incluso en el ámbito laboral se aprueba la normativa sobre prevención de riesgos laborales que incorpora límites al uso de materiales o sustancias peligrosas para la salud.

Varios autores definen el término Construcción sostenible, personalmente nos parece muy adecuada la definición que hace el profesor Charles J. Kibert:

“La Construcción Sostenible deberá entenderse como el desarrollo de la Construcción tradicional pero con una responsabilidad considerable con el Medio Ambiente por todas las partes y participantes. Lo que implica un interés creciente en todas las etapas de la construcción, considerando las diferentes alternativas en el proceso de construcción, en favor de la minimización del agotamiento de los recursos, previniendo la degradación ambiental o los prejuicios, y proporcionar un ambiente saludable, tanto en el interior de los edificios como en su entorno”.

Para conseguir que una construcción sea sostenible existen unos principios básicos que podríamos enumerar de la siguiente manera:

  1. Conservación de recursos.
  2. Reutilización de recursos.
  3. Utilización de recursos Reciclables y Renovables en la construcción.
  4. Consideraciones respecto a la gestión del ciclo de vida de las materias primas utilizadas, con la correspondiente prevención de residuos y de emisiones.
  5. Reducción en la utilización de la energía.
  6. Incremento de la calidad, tanto en lo que atiende a materiales, como a edificaciones y ambiente urbanizado.
  7. Protección del Medio Ambiente.
  8. Creación de un ambiente saludable y no tóxico en los edificios.

Y aquí vendría las siguientes preguntas: ¿cómo conseguir que nuestra vivienda cumpla estos objetivos? ¿Qué está en manos de nosotras/os como habitantes de la vivienda?

En próximos post explicaremos mas acerca de la Arquitectura popular y bioclimática, y daremos respuesta a estas preguntas.

Fuente imágenes: dones2punt0, eco-addiction

Os presento el nuevo proyecto de Interior Sostenible, esta vez se trata de una vivienda unifamiliar situada en El Collau, una pequeña aldea de 12 habitantes perteneciente al concejo de Mieres, en la provincia de Asturias. La casa data del 1880 aproximadamente, según nos comentó su dueño, fue la primera casa ubicada en esta aldea. Tiene unas vistas impresionantes, y se respira una tranquilidad que intimida…

La vivienda no cuenta con ningún servicio de abastecimiento, no tiene acometida de agua, ni desagües, ni acometida de luz o gas, ni claro está, toma de teléfono… La aldea en sí, no tiene red de alcantarillado público, sino que cada vecino posee una fosa séptica. El agua se toma directamente de la montaña mediante una canalización que abastece a todo el pueblín (como dicen por allí…)

Se accede mediante escalera a la planta principal, que se podría considerar semisótano, ya que la fachada posterior está semienterrada. En el hall de entrada, que es exterior, nos encontramos con otra habitación que hacía las funciones de cuadra. Desde la planta principal se accede a una entreplanta con un corredor exterior por el que pasamos a otra de las habitaciones. Y por último, en la planta cubierta nos encontramos la buhardilla.

La estructura es de mampostería de piedra y vigas de madera de castaño, el tejado de teja árabe. Los suelos son en parte de madera o de baldosa no muy bien conservada, y algunas zonas de puro cemento…

 Como veis nos espera un gran trabajo, ahora a tomar medidas y a revisar materiales y demás… os iré informando¡