Este nuevo post lo vamos a dedicar a la conocida arquitectura negra, como ejemplo de arquitectura popular que podemos encontrar en España, y que hemos visitado en nuestro último viaje.
La encontramos principalmente en zonas en las que la pizarra es un material abundante, como la sierra de Ayllón, entre Guadalajara, Segovia y Madrid, y la sierra de Alto Rey, en Guadalajara en donde debido a los precarios medios de comunicación no se disponía de otros materiales alternativos.
Afortunadamente ayuntamientos como los de Campillo de Ranas, Majaelrayo y Valverde de los Arroyos han aprobado nuevas normas encaminadas a proteger el estilo arquitectónico propio de la arquitectura negra tales como el uso exclusivo de la pizarra negra propia de la zona, la prohibición de cables cruzando las calles, de cubiertas planas, de buardillones y de terrazas o ventanas sobre la cubierta.
Como comentamos, se trata de un tipo de arquitectura que emplea como elemento constructivo principal la pizarra, compuesto mineral de tonos grises, violetas, azulados, pardos, plateados o negruzcos, que sirve tanto para cubiertas como para paramentos. Es aplicable a todo tipo de construcciones, tanto viviendas como cerramientos y delimitaciones agrícolas y ganaderas, tainas para el ganado, caminos, puentes, etcétera. Estos elementos junto con los edificios comunitarios constituyen todo el elenco arquitectónico. Normalmente encontramos estas construcciones asentadas en prados formando pequeños núcleos. El uso de la pizarra provoca que sus pueblos presenten un aspecto negruzco en sus vistas.
La vivienda representa el elemento constructivo más importante de la arquitectura negra. Se adaptan a las duras condiciones climáticas que tienen que soportar sus inquilinos, sobre todo, en invierno. Normalmente las viviendas presentan cubiertas a dos aguas. Bajo la cubierta, en el piso superior, se sitúa el desván que se llena de alimentos, paja, forrajes y leña en los meses más crudos del invierno. En la planta baja residen habitualmente el ganado y los moradores separados en dos estancias. Una sola puerta sirve de entrada tanto para animales domésticos como para sus dueños. La puerta se sitúa siempre en la fachada sur y se cubre por un pequeño tejado independiente o por la prolongación de la cubierta. Está hecha o bien de una sola hoja de madera labrada con hacha, o bien de hoja partida horizontalmente en dos mitades. Por ella se accede al zaguán, solado con lajas de pizarra y provisto de poyos adosados a las paredes. Desde aquí se accede, por un lado, a la cuadra, por otro, a los dormitorios, por unas escaleras se asciende al desván y como habitáculo central de la casa, la cocina, que sirve, a parte de lugar donde preparar los alimentos, como sala de estar, comedor y recibidor y, además, en ella se encuentra el horno para el pan y, con ello, la chimenea que es, también, donde cura la matanza.
Los recursos disponibles hace que su construcción se base en la pizarra, el barro y la madera, ya sea de roble, pino, chopo u olmo, según la zona en la que se encuentra la vivienda. Los volúmenes compactos de estas construcciones sólo se abren al exterior con ventanales muy pequeños en la fachada sur que responden únicamente a un mínimo de ventilación e iluminación de la estancia. El resto de las fachadas quedan ciegas por no recibir a penas luz solar durante buena parte del año. Estos ventanales y la puerta de acceso que se abren en la fachada sur se recuadran con grandes refuerzos de madera.
Los edificios dedicados a guarecer el ganado, sustento básico de sus habitantes, tienen una importancia fundamental en la arquitectura negra. Bien forman parte de las viviendas, o bien constituyen pequeños conjuntos individuales, sin mostrar, en ningún caso, formas constructivas diferenciadas, salvo en el menor tamaño, en la nave única que presenta y en la ausencia de huecos de los cobertizos para el ganado. Por tanto, la forma constructiva de estos cobertizos, principalmente tainas y majadas, tanto en cubiertas, como en muros y accesos no difieren de la forma constructiva ya descrita de las viviendas propias de la zona. Igualmente, cochiqueras y pajares muestran las mismas formas que los anteriores.
Entre los edificios comunitarios destaca la iglesia, mostrando también su singularidad dentro del estilo de la arquitectura negra. Muchos de estos edificios se encuadran arquitectónicamente dentro del románico, pese a que la mayoría de ellos se construyeron posteriormente, siguiendo trazados muy simples.
La arquitectura de la zona está destinada a poblaciones pequeñas con recursos, técnicas y necesidades bastante limitadas, por lo que en esta arquitectura, forzosamente, predomina la sencillez y la intimidad de sus usuarios. Incluso en donde los edificios que muestran mayor cultismo aparecen escenas cotidianas y referencias a la vida local. El estilo románico, por su sencillez, se populariza y pervive durante varios siglos hasta tal punto que las iglesias de la zona se construirán bajo el estilo románico hasta épocas más recientes, caracterizándose por su adecuación a las necesidades de las pequeñas comunidades y su identificación con la arquitectura popular que les rodea.
Listado de Pueblos que podéis visitar:
Guadalajara: Aldeanueva de Atienza, Almiruete, Arroyo de las Fraguas, Bocígano, Las Cabezadas, Cabida, Campillo de Ranas, Campillejo, Cantalojas, El Cardoso de la Sierra, Colmenar de la Sierra, Corralejo, El Espinar, Gascueña de Bornova, Hiendelaencina, La Huerce, Majaelrayo, Matallana, La Miñosa, Naharros, Navas de Jadraque, El Ordial, Palancares, Peñalba de la Sierra, Prádena de Atienza, Semillas, Tamajón, Retiendas, Roblelacasa, Robleluengo, Umbralejo, El Vado, Valverde de los Arroyos, Valdepinillos, La Vereda, La Vihuela, Zarzuela de Galve y Zarzuela de Jadraque.
Segovia: Becerril, Martín Muñoz de Ayllón, El Muyo, El Negredo y Serracín.
Madrid: La Hiruela, Montejo de la Sierra, Patones y Puebla de la Sierra.